En este capítulo, seguimos los pasos de Simón a través de las catacumbas de Hayholt, con solo la luz débil que le entregó Morgenes en el capítulo anterior. Durante su búsqueda de las escaleras de Tanj’a, el muchacho descubre la fundición del castillo, cuyos trabajadores se afanan en hacer más y más armas, una habitación que parece no haber sido tocada desde hace muchos, muchos años y, por último, el lago donde siente la presencia de un ser de ojos rojos penetrantes.
Para los que queráis escuchar los capítulos anteriores, podéis pinchar en los enlaces que siguen:
Mañana toca el capítulo 14: Fuego en la colina.
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